miércoles, 3 de julio de 2013

Valores y pautas de conducta


Para conocer las pautas de conducta es necesario partir de los valores vigentes en una sociedad. Las pautas tienen diversa importancia según el contexto, las costumbres, las tradiciones y la cultura. Si enfrentamos una pauta ajena a nuestra cultura no le encontraremos sentido fácilmente o nos parecerá absurda o insignificante, por ejemplo, las limitaciones para comer carne de cerdo en la cultura árabe. 

El alto valor que algunas sociedades otorgan al monoteísmo, al patriotismo y a la monogamia convierte en normas a las pautas de comportamiento religioso, patriótico y conyugal. Un filósofo puede asegurar que el mayor valor humano radica en la razón, pero eso no provocará que la mayoría de la sociedad comparta su opinión; el valor social se obtiene cuando una pauta de comportamiento es esencial en la vida cotidiana de una sociedad. 
Las pautas que tienen el más alto valor social van acompañadas de la mayor conformidad y de una fuerte presión social para producidas. 
Es decir, el mayor valor de una pauta implica que quien cumpla con ella esté más satisfecho que otras personas, pero tenga una mayor exigencia social para mantener dicha pauta de conducta. Un ejemplo sería el caso de un político exitoso, honesto y con una vida austera. La presión por parte de la sociedad para que se mantenga en la misma línea será mayor, comparada con la ejercida contra un vagabundo sin ninguna responsabilidad y que sobrevive gracias a las aportaciones colectivas.
Las pautas de comportamiento se establecen a partir de la constante repetición, por muchas personas, de una misma forma de comportamiento. 
Una pauta es algo hecho o formado para servir de modelo o de guía en la formación de otra cosa. 
Cuando muchas personas de una sociedad hacen la misma cosa más o menos del mismo modo durante un largo periodo, se desarrolla un hábito social; la manera repetida de pensar se convierte en una pauta.
Existen dos importantes grupos de pautas: las costumbres y usos. La diferencia entre ambas resulta difícil de percibir en ocasiones. Algunas pautas parecen ser costumbre y usos al mismo tiempo.
Las costumbres son pautas de comportamiento bastante extendidas. Se les considera como "lo que se hace". Son pautas muy deseadas pero que no son impuestas estrictamente. Por ejemplo, que el novio acuda a la boda vestido de manera muy informal o que una orquesta famosa se presente sin su tradicional vestimenta o que de repente una pareja haga vida en común sin matrimonio previo, son pautas no indispensables para el buen funcionamiento de la sociedad. 
La presión por cumplir con las costumbres es generalmente de orden negativo y no formal, como el ridículo, las burlas, el desaire y los chismes. Los usos son pautas menos obligatorias socialmente. Más que obligatorias, son maneras voluntarias de comportamiento. Por ejemplo, estrecharse la mano entre amigos y amigas o aplaudir al final de un concierto u obra de teatro. 
No tiene gran trascendencia social que alguien no aplauda o no estire la mano para saludar a un conocido, pero se espera que toda persona bien socializada se comporte de acuerdo con ciertos principios. La aceptación intelectual de los usos correctos hace que la gente opine que tal persona está bien educada. 

La sociedad post industrial


La sociedad industrial se encuentra ya frente a una nueva etapa de desarrollo y de perfil social. Las características de esta nueva etapa aún no están suficientemente definidas. Algunos la denominan sociedad de consumo, sociedad opulenta o sociedad posmoderna. 
En el acontecer social contemporáneo se aprecia una serie de cambios y de fuertes tendencias para superar a la sociedad tecnológica (industrial) y pasar a otro tipo de sociedad: la sociedad posindustrial. 
Una de las características que ya se perfilan con claridad es el predominio del sector de servicios, por su peso económico y por la gran cantidad de mano de obra que emplea. Será el sector que concentre más trabajadores.
¿Cuáles son los cambios en el Mundo del trabajo? 
Por otra parte, en las sociedades más avanzadas, los puestos de trabajo en la industria que requieren de mano de obra no calificada irán desapareciendo y serán sustituidos por maquinaria y nueva tecnología. Así, el trabajo manual, el esfuerzo físico, serán la excepción frente al predominio del trabajo intelectual. La automatización implica la formación de nuevos recursos humanos para ocuparse en las áreas técnicas, en la investigación, en las oficinas, los comercios y los transportes, entre otras actividades similares. 
Otra tendencia es la disminución de las horas de trabajo y el aumento del tiempo libre (ocio). Los avances tecnológicos han permitido que se pase de jornadas de trabajo de 18 horas diarias (durante la: primera etapa de la Revolución Industrial) a jornadas de ocho horas al día. En algunas sociedades actuales se discute la posibilidad de disminuir el tiempo de trabajo diario a seis horas (en Alemania, por ejemplo). 
En las sociedades más avanzadas se nota un importante incremento en el acceso a la educación generalizada y una mayor cobertura de los niveles educativos medio y superior. La mayoría de los jóvenes tiene acceso por lo menos al nivel secundario. No está lejos el día que, por primera vez en la historia de la humanidad, se vean sociedades' donde la totalidad de su población cuente con estudios de nivel medio. 
Un aspecto más, de particular importancia, es la presencia y la influencia de los medios masivos de comunicación. Es imposible pensar en el funcionamiento de las sociedades avanzadas sin los medios de comunicación. 
El desarrollo de la informática y la cibernética ligada a la comunicación prevé un gran potencial que no sólo facilitará un acceso rápido y completo a la información, sino que permitirá borrar fronteras entre regiones y países. Esto influirá de manera determinante en la mentalidad de la nueva sociedad posindustrial. Se creará una fuerte interdependencia entre las culturas nacionales, al igual que la interdependencia económica. 
¿Cuáles son los cuatro aspectos fundamentales de la sociedad posindustrial? 
La creciente importancia económica del sector servicios, el mayor tiempo libre, el mayor acceso a la educación y la fuerte presencia de los medios masivos de comunicación, son cuatro de los aspectos fundamentales de la sociedad posindustrial.
Como sucede en las sociedades industriales actuales, su desarrollo es desigual y fácilmente comprobable. Por ejemplo, al comparar la sociedad del sur de nuestro continente con sociedades europeas, las diferencias económicas, organizativas, sociales y culturales son evidentes. Así, lo descrito como rasgos de la sociedad posindustrial tiende a presentarse. en lá sociedad y regiones con mejores condiciones de vida y de desarrollo.

La sociedad industrial


    
    También se le conoce como sociedad avanzada, compleja, de masas o tecnológica. Aquí se opta por el término industrial con el propósito de diferenciar un nivel de desarrollo (más o menos común al conjunto de la sociedad actual), frente a otro que ya muestra sus tendencias en las sociedades más adelantadas. 
     Los principales factores que conforman su estructura económica se refieren a la relación entre la naturaleza y la técnica, la relación de la técnica y la producción, la productividad elevada y las necesidades de consumo. 
    En la sociedad industrial la naturaleza adquiere una relación especial con la técnica buscando un equilibrio, haciendo uso de máquinas, de tecnologías complejas, de conocimientos, con una tendencia de transformación. 
     La técnica se pone al servicio de la producción. La economía de la sociedad industrial se basa en una búsqueda permanente de mecanismos para producir más con el menor esfuerzo humano y con el uso extensivo de maquinaria altamente desarrollada. La relación económica de la sociedad más allá de sus fronteras le obliga a competir con la tecnología avanzada. 
¿Cuáles son las consecuencias de una alta división del trabajo? 
     A diferencia de la sociedad tradicional, la industrial no posee una economía de subsistencia. Por el contrario, tiene una economía con capacidad de exportar los productos que produce. Además, la sociedad industrial demanda una elevada productividad, la cual no se alcanza sólo con una buena y variada tecnología. 
     Por otra parte, la marcada división del trabajo ha contribuido a que en la sociedad industrial se dé un divorcio entre el productor y el consumidor, anulando casi por completo la posibilidad de que se consuma lo que uno mismo produce. Esto es aún más difícil debido al incremento en las necesidades de consumo, fenómeno que sirve como motor de crecimiento económico y que incrementa la creatividad y la competencia. 
    La organización social en la sociedad industrial se caracteriza por su complejidad, por la influencia de la producción, por la búsqueda del esta tus adquirido y por la profesionalización. 
Uno de los principales rasgos de la sociedad industrial es su complejidad. Ésta aumenta en función del número de miembros debido a la cantidad y variedad de sistemas de liderazgo, a la variedad de interacciones sociales, a las numerosas organizaciones y grupos, y a la multiplicidad de roles. 
       Los diversos roles que asume una misma persona hacen compleja la organización social. Un mismo individuo puede jugar el rol de padre de familia, de médico, de sindicalista, de miembro de un grupo religioso, de integrante de un equipo deportivo, de político, de artista, etc. Así, la organización social se conforma con numerosos grupos que interactúan de muchas maneras, conjugando intereses y roles individuales y logrando una complejidad social que únicamente es posible en la sociedad tecnológica. 
     Otro eje fundamental de la sociedad industrial es la producción, sus condiciones y sus consecuencias. Cada individuo es un productor y un gran consumidor. La vida gira en torno a la ocupación, el trabajo, la producción. No se puede imaginar a la sociedad industrial sin la fuerte presencia del mundo del trabajo y la multitud de redes y relaciones sociales que genera. 
      El estatus adquirido es el que una persona obtiene gracias a su desempeño, a su propia actividad, y sirve de impulso a la superación y al cambio de roles sociales, es una posición que se puede mejorar, según las condiciones del individuo. 
      En la sociedad tradicional predomina el estatus asignado o heredado. Para ubicar a una persona se pregunta sobre sus padres o su familia, a diferencia de la sociedad tecnológica, donde se pregunta por la ocupación laboral de la persona o por su nivel de estudios. 
        La profesionalización es uno más de los elementos que caracterizan a la sociedad industrial. En ésta el mundo ocupacional es demasiado amplio y diversificado; existen miles de ocupaciones que se derivan de una permanente división de tareas. 
     Toda la sociedad se ve cruzada por esa enorme división del trabajo, sin que haya excepciones.  Por ejemplo, en la fabricación de un automóvil no interviene un solo oficio ni una sola persona, son cientos de trabajadores con tareas distintas: soldadores, mecánicos, pintores, torneros, cargadores, dibujantes, ingenieros, etcétera. Es decir, la marcada división del trabajo ha contribuido a que ésta sea cada vez más especializada, con lo cual el productor directo pierde el control sobre el proceso de producción en su totalidad. 
        A pesar de la gran diversidad y amplitud, prevalece un orden jerárquico de las ocupaciones; un orden acordado que opera en todas las actividades productivas. Siguiendo el ejemplo anterior, a pesar de la gran cantidad de trabajadores y puestos, existen jerarquías o líneas de mando de manera muy definida, que permiten el trabajo conjunto. Pueden ir del jefe de departamento al maestro mecánico y su ayudante, o del director general y los gerentes hasta el jefe de mantenimiento. 
        La mentalidad en la sociedad industrial es compleja, son varios los aspectos que la integran, entre los que se encuentran el interés por la ciencia y la búsqueda del progreso, el alto valor que se le otorga. a la educación, la proliferación de ideas, la competencia, la productividad, la búsqueda del bienestar y de un mejor estatus.

La sociedad tradicional

        La economía de la sociedad tradicional es simple porque, para satisfacer sus necesidades, sus miembros utilizan directamente los bienes que les proporciona la naturaleza. En pocas ocasiones esos bienes sufren procesos de transformación. Para subsistir se recurre a la agricultura, a la cría de ganado, a la caza, a la pesca o a la recolección de frutos, hierbas o raíces. 
¿Cómo es la economía de la sociedad tradicional? 
        En la economía tradicional la tecnología empleada es muy elemental, es decir, arcaica. Se recurre a la energía bruta de la naturaleza, como la fuerza animal, la del viento y la del agua; se usan herramientas que constituyen una extensión del cuerpo (como los martillos) y se utilizan armas simples como el hacha y las flechas. 
Un tercer elemento que distingue a la economía tradicional es su sencilla división del trabajo; las actividades son poco diversificadas y muy simples. La división llega a existir únicamente por motivos de sexo y edad. 
       La sociedad tradicional tiene una economía de subsistencia, lo cual implica una actividad caracterizada por la reducida productividad del trabajo humano. Esto es lógico cuando se cuenta sólo con una tecnología arcaica y una baja división del trabajo; el resultado no podía ser otro. Como consecuencia, suelen escasear los productos básicos y se ocupa mucho tiempo en conseguidos. 
      Debido a estas condiciones, la sociedad tradicional pocas veces es exportadora. Aun si logran obtener excedentes de cualquier artículo, las dificultades de comunicación y transporte no facilitan la salida de los productos. Los intercambios sólo se llegan a dar entre sociedades vecinas y con limitado número de artículos. 
       La sociedad es reducida, es decir, numéricamente pequeña. Su nivel de subsistencia no permite un crecimiento demográfico alto y sostenido; sus niveles de mortalidad son muy elevados, principalmente entre los menores. 
La organización social tradicional se apoya principalmente en dos aspectos: la parentela y los grupos de edad. 
       La parentela se sustenta en el reconocimiento de los lazos sanguíneos y en los vínculos matrimoniales. Otorga el reconocimiento social al ubicar a una persona en determinado papel, de acuerdo con su procedencia familiar. 
Dentro de la sociedad tradicional no pertenecer a grupo alguno de parentela equivale a ser ajeno. 
       En la sociedad tradicional la parentela constituye una amplia red de interdependencia y ayuda mutua debido a las diversas obligaciones que origina entre sus miembros. Así, los diversos grupos de parentela son el principal pilar de toda organización social. Toda la vida comunitaria se desarrolla en torno a la parentela. 
        Los grupos de edad también determinan el papel del individuo en la sociedad. Niños, mujeres, jóvenes, padres, madres y ancianos tienen responsabilidades distintas tanto en la producción como en la organización y la toma de decisiones de la comunidad. 

Clasificación de la sociedad

      Son varias las formas en que se ha clasificado a la sociedad. La diferencia más importante para distinguir entre una y otra sociedad es la cultura de cada una. La sociedad se diferencia más por su cultura que por su estructura o funciones. 

       Por ello es importante recordar que la sociedad y la cultura están íntimamente ligadas, y sólo para efecto de análisis se puede hablar de ellas de manera separada.  En la sociología tiene un lugar destacado el estudio de tres tipos de sociedad: la tradicional, la industrial y la pos industrial.

¿que es la sociedad?

       

       El ser humano necesita vivir en comunidad para asegurar su subsistencia. Sólo en cooperación con otros puede conseguir cosas tan simples y a la vez tan imprescindibles como alimento, transporte, un lugar donde habitar, la conservación de la salud, etcétera. El ser humano necesita por fuerza organizarse con otros y repartirse las tareas para producir los bienes que necesita y contar con los servicios indispensables en su vida cotidiana. Es, por lo tanto, un ser social. 
        Por eso los seres humanos no existen aislados. Viven en comunidad, forman pueblos, ciudades, países; constituyen familias y crean parentescos; tienen familiares, amigos, vecinos, compadres, compañeros de escuela o de trabajo; se reúnen con otros en torno a creencias, aficiones e intereses comunes, como la religión, tendencias políticas o el gusto por algún deporte.
       Las relaciones entre personas dan origen a diversas formas de organización social, que pueden ser grupos como la familia, el pueblo, la ciudad, la nación o la comunidad internacional, o instituciones como la escuela, el sindicato, el partido político, la iglesia, la estructura de gobierno, etcétera. 
       Al conjunto de todas esas agrupaciones sociales -grupos e instituciones- se le llama sociedad. 
La sociedad es el conjunto de individuos que tienen relaciones de interdependencia y que reunidos en grupos de diversas dimensiones y distintos significados, integran un grupo mayor.